No hay límites para los ciegos en el trabajo

Las personas ciegas o con discapacidad visual tienen más similitudes con las personas videntes que diferencias. Cada uno de ellos tiene fortalezas, experiencias, intereses, estilos de vida y una ética del trabajo que les hacen únicos pero muy valiosos. Como tales, los ciegos pueden desempeñar tipos de trabajo tan diversos como sucede con las personas que ven.

Como explican en la Federación Nacional de Ciegos (NFB, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, “uno de los estereotipos dañinos sobre la ceguera es la creencia de que los ciegos están limitados a una lista específica y corta de trabajos que las personas ciegas pueden hacer”. Incluso cuando llega a nuestros oídos la historia de un trabajador ciego que hace algo novedoso (algo nuevo para la sociedad, que sigue sometida a los estereotipos), o lo consideramos una excepción o simplemente añadimos a la lista un trabajo más que las personas ciegas pueden hacer. Pero la mayoría de la gente rara vez piensa que sus conceptos y suposiciones sobre la ceguera pueden estar equivocados.

La verdadera tragedia es que la sociedad, de la que formamos parte todos nosotros, padres, profesores, amigos, familiares y hasta otras personas ciegas, transmitimos estos estereotipos a los niños ciegos. Así que crecen sin hacerse preguntas como qué quieren hacer o cómo lo van hacer. Se limitan a pensar en la lista de cosas que se supone que sí que pueden hacer las personas ciegas.

Pero la realidad es bien distinta. No hay impedimentos para lograr lo que se propongan. Como con otras discapacidades, la ceguera no es una barrera para el trabajo y ha dejado de ser un muro infranqueable, ya que la tecnología permite superar múltiples barreras. Miles de trabajadores ciegos así lo demuestran, cada vez con mayor rentabilidad tanto para la sociedad como para las empresas.

Un ejemplo de esas nuevas tecnologías que ayudan a las personas ciegas o con baja visión es OrCam MyEye, un dispositivo que aporta autonomía al utilizar tecnología de inteligencia artificial para leer textos, reconocer caras, identificar productos y mucho más. Esto permite acceder a mucha información en tiempo real para el óptimo desempeño de sus usuarios en sus puestos de trabajo.

Así que ahora que todos somos conscientes que las carreras profesionales que las personas con discapacidad visual pueden hacer son prácticamente ilimitadas, hay algunas cosas que podemos hacer para mejorar la empleabilidad de este colectivo. Las personas ciegas o sus familiares pueden apoyarse en los servicios de empleo que ofrecen las asociaciones de ciegos en sus respectivos países. En el caso de España, la ONCE mantiene un sólido programa de empleo en contacto con grandes empresas, y realiza programas formativos para facilitar la inserción laboral.

En otros países de América Latina, hay organizaciones similares con servicios de estas características. Y si somos padres de un niño o adolescente con discapacidad visual, en nuestra mano está prepararlo para la vida después de la escuela secundaria y animarlo a seguir estudiando o a hacer lo que realmente le guste. En el caso de los empresarios, ya ha llegado la hora de contratar a trabajadores ciegos o con baja visión. Y para el conjunto de la sociedad, se acabó el tiempo en el que pensábamos que las personas con discapacidad visual sólo podían hacer un número limitado de funciones en el mundo laboral.