Resolvemos el cubo Rubik gracias a OrCam MyEye 2.0

El cubo de Rubik ha superado todo tipo de barreras: sociales, económicas, geográficas…  y visuales. Desde hace algún tiempo se han diseñado múltiples modelos de cubos capaces de adaptarse a las dificultades físicas de cualquier usuario, especialmente para aquellos que sufren problemas de visión. Gracias  OrCam My Eye 2.0 y su función de reconocimiento de colores ya no hay cubo Rubik que se resista.

No obstante a lo largo de la historia se ha adaptado este juego en varias ocasiones.  El cubo de Rubik cuenta ya desde hace tiempo con varias versiones adaptadas. Por poner un ejemplo, el diseñador Konstantin Datz ya diseñó una versión en braille de este juego en 2010, aunque en su proyecto se basa únicamente en el braille para identificar las diferentes caras, por lo que no es tan eficaz con otros problemas de visión o personas que no entienden este idioma simbólico.

En tiendas especializadas también se puede comprar una versión adaptada del juego. En este caso son versiones mixtas que combinan los colores con los símbolos, de manera que puedan utilizarlos personas con o sin problemas visuales, con o sin OrCam My Eye 2.0.

Jugando con las texturas, un usuario de Reddit (sitio web en el que los usuarios pueden compartir contenido) ha adaptado el cubo de Rubik para las personas con discapacidades visuales y lo ha compartido con la comunidad. Se trata de una iniciativa que puede ayudar tanto a ciegos como a otras personas con diferentes problemas de vista, y ha gustado tanto en la comunidad que otros usuarios le han sugerido llevarlo a Kickstarter (empresa de financiación de proyectos creativos)

Esta última versión, creada por Kristen Sharpless, una estudiante graduada de la Universidad de Massachusetts que fue asignada para crear un juego recreativo adaptado para personas ciegas. Destaca sobre todo por su carácter doméstico al poder hacerse en casa con materiales cercanos y baratos, y que al no basarse en braille puede utilizarse con diferentes problemas de visión.

Una de las caras tiene botones, otra velcro, y así hasta completar cada una de las caras con una textura diferente. Lo más brillante no son los materiales ni el hecho de adaptar el juego, sino el hacerlo de una manera que cualquiera pueda replicar en casa utilizando los materiales que ya tenga o pueda comprar de manera sencilla.